Riesgo moral y selección adversa

Si un sujeto no tiene que pagar las consecuencias de sus actos, actuará en forma distinta a un sujeto que tenga que hacerlo. Un sujeto actuará violando un precepto moral si no es él quien deba pagar los costos. El que paga dichos costos no cuenta con información suficiente de dicho acto, y el sujeto actuante aprovechará esa ventaja para maximizar su utilidad.

El riesgo moral se presenta cuando el agente recibe información privada una vez iniciada una relación contractual o cuando la actuación del agente no es verificable por la contraparte. La información asimétrica se deriva del hecho de que, una vez establecido el vínculo, el principal no puede verificar o no puede observar la actuación o el esfuerzo que el agente realiza, o no tiene mecanismos que le permitan controlar perfectamente esta actuación.

Esta característica evalúa un comportamiento estratégico de los actores después de haber firmado un contrato, donde el agente manejará variables altamente borrosas y de difícil verificación para la ejecución del contrato (Castaño R, 1999).

El riesgo moral es el hecho de estar expuestos a que una actuación, una práctica o conducta salga mal en sentido moral, pero, bien desde el punto de vista técnico, o bien, ajustadas a las expectativas (Bellos, G. 2012). Se distinguen dos modos de actuación: La primera, de carácter intencionado y consciente, y la otra, de carácter no intencionado e inconsciente.

El riesgo moral es una acción ex – post (Gómez, L. 2008), una actuación futura de una de las partes involucradas en un contrato, generalmente realizada por el agente sobre el principal[1], de modo de afectar la valoración de una transacción que la otra parte ha realizado, pero que esta no puede controlar gracias a la asimetría de la información, por ejemplo: el fraude, la evasión de fondos, la remuneración distinta del sueldo(Beaver, 1989), la selección de proyectos de inversión con VAN menor que cero (Hart, O. 1995), entre un paciente y un médico contratado (Cano, E. & Cano, C. 2009). También, existe una amplia discusión en la bioética (Bellos, G. 2012).

Lane, T. & Phillips, S. (2000) en su publicación: “Financiamiento del FMI y el riesgo moral” sostienen que el financiamiento del FMI atenúa[2] el costo de una crisis. En este contexto el gobierno y los distintos agentes del mercado se sienten impulsados a recibir los incentivos, creando en ellos una condición inevitable de riesgo moral. Situación similar es lo relativo al riesgo moral que produce en los conductores ante el seguro contra accidentes, en donde se produce un relajo consciente ante la conducción defensiva, pues existen incentivos o beneficios de protección.

El concepto de “riesgo moral” encierra una segunda ambigüedad que vale la pena recalcar. No se sabe de qué lado está la inmoralidad. ¿Es inmoral aquel que toma riesgos indebidos, o es inmoral aquel que deja que otro los tome, aunque sea simplemente por haberlo facilitado sin proponérselo? ¿Y en caso de que ambos lo sean, como se reparten entre ellos estas inmoralidades? En la discusión actual, la objeción de ‘riesgo moral’ tiende a ser usada por aquellos que discuten la necesidad de una intervención estatal para socorrer bancos o empresas privadas en peligro de quiebra. Se aconseja a los gobiernos no incurrir en riesgo moral, aun cuando por razones de orden táctico se termine aceptando la necesidad de la intervención pública. En este sentido, el uso del concepto de ‘riesgo moral’ parece ser una forma de resolver la disonancia cognitiva que se crea entre la teoría de libertad económica de sujetos aislados en el mercado y la necesidad de hacer frente a la coyuntura de una crisis.

De lo anterior, Noya, J. (1993, pp140-141) dice: “Desde posiciones marxistas se ha sostenido que el argumento de los costes de transacción (en economía) o de la reducción de la complejidad (en sociología) oculta en la manga la carta del poder y la dominación, siempre en manos del capitalista. Las instituciones y normas jerárquicas de la sociedad del trabajo no son necesariamente las más eficientes, sino únicamente las que más benefician al capitalista: ésta sería, muy resumida, la crítica. El interés del capitalista, y no la eficacia, explican las instituciones típicas de la sociedad del trabajo. Si entendemos: a) que una parte del «riesgo» que deben tener en cuenta —aunque no siempre lo hagan— las hipótesis de la sociedad del riesgo es, ante todo, «riesgo moral», es decir, la disminución de la aversión al riesgo y, consiguientemente, el incremento de la probabilidad de uso de las normas en beneficio propio al amparo de esas mismas normas, y b) que quien más recursos de poder tenga mejor podrá conocer e imponer una interpretación de las instituciones y las normas para reforzar su posición, efectivamente, también habría que admitir que la sociedad del riesgo no se puede desligar tan fácilmente de la sociedad del trabajo.”

Beck, U. (2001) habla de la sociedad del riesgo, en donde el riesgo natural ha desaparecido, y en lugar de él, está aquel que deviene “sociológicamente hablando, se observa una gran diferencia entre encontrarse en el lugar de aquellos que con sus decisiones afrontan riesgos o en el lugar de los que son afectados por decisiones de otros, sobre las cuales no pueden intervenir” una de las características de esta sociedad del riesgo en lo referido al “fin de la tradición”, en donde el orden moral al correr el progreso de la modernización e individualización, obliga al hombre a actuar por iniciativa propia para armar como pueda su vida y sus vínculos sociales. Para Noya, J. (1993) la sociedad del riesgo es una hipótesis de riesgo mora. Noya (1993, pp140-141) agrega: “la disminución de la aversión al riesgo y, consiguientemente, el incremento de la probabilidad de uso de las normas en beneficio propio al amparo de esas mismas normas. […] quienes más recursos de poder tenga mejor podrá conocer e imponer una interpretación de las instituciones y las normas para reforzar su posición”. Esta discusión es particularmente importante cuando se habla de las condiciones de la mano invisible de Adam Smith (Jeannot, F. 2000) puesto que para que los mercados puedan operar bajo esta ley, debe existir la confianza colectiva suficiente para que las transacciones sean óptimas, pero si el mercado y sus relaciones están inspiradas sobre la base del oportunismo y el riesgo moral, la confianza colectiva se verá dañada.

En resumen, el riesgo moral o moral hazard es una acción que nace a partir de la firma de un contrato, en el cual el principal o el agente cuenta con información exclusiva, en donde la contraparte deberá pagar los costos. En la sociedad del trabajo o la sociedad del riesgo, esta conducta se ve incentivada por un contexto legal, ya sea a nivel de gobierno, o dentro de las diferentes instituciones de un país, en donde a juicio de Noya, J. (1993) y Beck, U. (2001) existen oportunidades estructurales sobre la base de un poder hegemónico, que facilitan que las acciones fuera de la norma moral sean pagadas por personas u organizaciones distintas de aquellos que la ejecutan.

La selección adversa corresponde a otro costo de agencia derivado de la asimetría de la información. Sin embargo, es un evento que ocurre ex ante a la firma de un contrato. La selección adversa o anti-selección (Gómez, L.2008). Con esta expresión, se trata de describir aquellas situaciones de “oportunismo precontractual” en que la parte menos informada no es capaz de distinguir la buena o mala “calidad” de lo ofrecido por la otra parte. La selección adversa se produce cuando el costo por información es muy elevado para distinguir con claridad si la parte contratante será competente o hará uso indebido de los recursos entregados (Gómez, C. et al. 2003).

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Existen muchos ejemplos de selección adversa, en el cual en principal desconoce información que solo posee el agente:

  1. El enfermo (Principal) contrata los servicios de un médico (Agente).
  2. La compañía aseguradora (Principal) vende pólizas de seguro contra accidentes a conductores (Agente)
  3. El comprador de autos usados (Principal) al momento de ser atendido por el vendedor (Agente)
  4. En una entrevista de trabajo entre el empleador (Principal) y el postulante (Agente)
  5. El prestamista de fondos financieros (Principal) y el solicitante de fondos (Agente)
  6. La relación entre los accionistas (Principal) y el Director de la empresa (Agente)

Gneezy, U. (2005) dice:

El engaño es parte de muchas de las interacciones económicas. Empresarios, políticos, diplomáticos, abogados, y estudiantes en el que rinden exámenes que hacen uso de la información privada no siempre lo hacen con honestidad (Kashy DePaulo, 1998). Esta observación contradice el enfoque moral a la manera de San Agustín al escribir: «Para mí, sin embargo, parece cierto que toda mentira es un pecado …» (San Agustín, 421). Más tarde, los filósofos como Kant (1787) también adoptaron este enfoque moral extremo cuando argumentan contra la mentira. En el otro extremo, la teoría económica se basa en el supuesto del «homo economicus», una figura que actúa egoístamente y no se preocupa por el bienestar de los demás, esto supone que las mentiras se dicen siempre que sea beneficioso para el mentiroso, sin tener en cuenta del efecto sobre la otra parte.””Otra consecuencia es que no hay resultado negativo asociado con la mentira de por sí. Esta suposición es muy útil en muchos modelos económicos. En la teoría del contrato se da por supuesto, que, sin un contrato explícito, las partes no cumplan con sus obligaciones respectivas”.

Para el homo economicus la toma de decisiones es el arte del engaño, en donde la mano invisible de la economía (Jeannot, F. 2000) está amarrada a un conjunto de acuerdos, desregulaciones de mercado oligopólicos y estructuras de poder que maniobran en la fe pública de un país o de los consumidores de algún sector industrial (Noya, J. 1993; BECK, U. 2001; Bello, G. 2012). En este sentido, la teoría de agencia (Jensen, M. & Meckling, W, 1986) presenta un marco teórico que abre posibilidades reales para es estudio del hombre (Jensen, M. & Meckling, W. 1994) que, a partir de la falta de información por una de las partes en medio de una transacción, la otra parte, no cuestiona la moral, o la buena fe en dicha transacción, de modo de dar estabilidad y confianza al mercado donde opera, en donde los costos serán pagados por el que carece de información.

Referencia Bibliográfica

Beaver, W.H. (1989): “Financial Reporting: An Accounting“. 2/e. New Jersey: Prentice Hall.

BECK, U. “La Sociedad del riesgo global”. Madrid: Siglo XXI de España, 2001.

Bello, G. “Moral risk: the limits of human life and the democratization of ethics”. Revista Iberoamericana de ciencia, tecnología y sociedad. N°20 – Vol 7. 2012.

Cano, E. & Cano, C. “Los contratos, las Asimetrías de la información en Salud, el riesgo moral y la selección adversa”. Revista EAN 67. Comité Editorial (2009) pp.5 -20.

Castaño, R. (1999). «Hacia un Nuevo Contrato Social con la Profesión Médica”. Medicina, Ética y reformas a la salud. Eco Ediciones.

Filosofía contemporánea. http://filosofiacontemporanea.wordpress.com/2008/12/05/riesgo-moral/

Gneezy, U. “Deception: The role of consequences”.  ” American Economic Review, 2005. Pp.:384-394.

Gómez, C. et al. “Ciclomotores y seguro. Daños personales causados por ciclomotores y seguro obligatorio”. Universitat Pompeu Fabra. Working Paper nº: 149 Barcelona, julio de 2003. http://www.indret.com

Gómez, L. “Información Asimétrica: Selección Adversa y Riesgo Moral”. Actualidad Empresarial, N° 170 – Primera Quincena de Noviembre 2008.

Hart, O. “Firms, contracts and financial structure”. Oxford, Clarendon Press, 1994.

Jeannot, F. “De las fallas del mercado a las fallas de las organizaciones”. Análisis Económico, 1er. Semestre. Vol. 15, N° 031. Universidad Autónoma Metropolitana – Azcapotzalco, DF, México (2000) pp5-33.

Jensen, M. & Meckling, W. “Theory of the Firm: Managerial Behavior, Agency Costs and Ownership Structure”. Journal of Financial Economics, October, 1976, V. 3, No. 4, pp. 305-360.

Jensen, M. & Meckling, W. “The nature of man”. Journal of Applied Corporate Finance, Summer 1994, V. 7, No. 2, pp. 4 – 19.

Lane, T. & Phillips, S. “Does IMF Financing Result in Moral Hazard?”. IMF Working Paper 00/168. Washington: Fondo Monetario Internacional, 2000. Pp50-51.

Nietzsche, F. (2013). “Genealogía de la moral”. Alianza Editorial S.A.

Noya, J. “La sociología del conocimiento, entre las sociedades del trabajo, de la comunicación del conocimiento y del riesgo”. Revista Española de Investigaciones Sociológicas No. 62, Monográfico sobre: Karl Mannheim (Apr. – Jun., 1993), pp. 133-143.

Smith, A. (). “La riqueza de las naciones”. Alianza Editorial S.A.


[1] Aunque como indica Smith (2013 [1776]) y Nietzsche (2013 [1887]), en ocasiones el incumplimiento viene de parte del contratante.

[2] que va en ayuda de los países que están al borde de la cesación de pagos

6 comentarios sobre “Riesgo moral y selección adversa

  1. Muchas gracias por compartir su conocimiento Iván, me sirvió para la defensa de mi tesis donde mencioné estos conceptos sin darle tanta profundidad y comprensión.

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      1. Muy buenas noches, mi tesis fue sobre los principales problemas que enfrentan las MYpes frente a la adquisición de financiamiento tanto público, como privado, y las alternativas disponibles en el mercado Chileno actual. Entre los principales problemas se encuentra la selección adversa, ya que los oferentes de créditos tienen aversión al riesgo. Si pudiese encontrar la forma de compartirla la haré para que le eche un vistazo, se hizo en plena pandemia y obtuve datos muy buenos que me dejaron orgulloso del resultado final.

        Saludos

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    1. Efectivamente. Siempre que existe alguien con información y que actúe en virtud de aquella para buscar beneficio propio, implica que actuará como agente sobre algún mandante.

      El conflicto entre principal y agente es un fenómeno muy extendido en nuestras actuaciones.

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