El pensador inglés Jeremy Bentham propuso un sistema de vigilancia para las cárceles y otras organizaciones en su libro “Panóptico” publicado el año 1791 en Dublín. Este texto también se conoce como “La casa de inspección”.
En esencia, la propuesta de Bentham del panóptico es la permanente y perfecta visibilidad de los prisioneros que ignoran en qué momento están siendo observados desde el edificio central de vigilancia. La incertidumbre que provoca esta exposición total genera los mismos efectos que una supervisión perfecta con bajos costes de operación del edificio de vigilancia. El resultado esperado es una serie de espejos de dos vistas donde la coerción se genera con un mínimo de violencia, sencillamente a través del flujo unidireccional y sin fricción de la información. Lo magistral de la idea solo quedó en la mente de su creador. Sin embargo, para Michel Foucault fue un insumo para el desarrollo de las tecnologías políticas del cuerpo que podría ser utilizada por la gubernamentalidad.
Hoy la discusión y la reflexión gerencial acerca del uso de gran cantidad de datos filtrados y operados por la inteligencia artificial generativa (IAG), ya sea, para responder a los clientes, o bien, evaluación de talentos, diseño de cadenas de suministros, trabajos autónomos y remotos, no solo acumularán datos de trabajo, sino también del comportamiento del trabajador. Por otra parte, según estudios de KPMG el 72% de los altos ejecutivos consultados, estiman que la IAG será vital para mejores relaciones con las partes interesadas. No obstante, señala el estudio que el 45% estima potenciales impactos negativos en las confianzas de la organización ante la ausencia protocolos de seguridad y políticas de mitigación de riesgos entre los empleados.
Estos riesgos asociados al uso de IAG presentan variadas dimensiones, algunas aún no expuestas, sobre todo, la impredecibilidad de diferentes implementaciones ya sea, en los ámbitos de seguridad cibernética, la moral de la organización, fragmentación de la cultura a través de la división del trabajo y el monitoreo de las labores diarias.
Desde la implementación del Estado electrónico. La administración pública ha mejorado el acceso a servicios en línea y llegará el momento donde un ciudadano da aviso de fallas de algún sistema de señalización o accidente en la ruta y la burocracia del Estado actuará sin demora a un bajo costo.
¿Estaremos pronto entre los espejos de un supermercado y del Estado vigilando nuestros pasos, poniendo en juego la libertad? ¿Está pronta la llegada del Panóptico mediante la IAG?