
Hayek decía que la libre competencia no solo debe tener una adecuada organización del dinero, los mercados y los canales de información, sino también, debe descansar sobre todo, en un sistema legal que supervigile o preserve el funcionamiento de la competencia de manera que todos se beneficien de ella (Hayek, 2011 [1944]. pp.86-87).
El legislador debe esforzarse en dar la mayor precisión posible acerca de los derechos de propiedad y los contratos, de lo contrario, las prácticas monopólicas afectarán a los consumidores y a la industria.
Con todo, agrega el economista: “[…] el sistema de la propiedad privada es la más importante garantía de la libertad, no sólo para quienes poseen propiedad, sino también, y apenas en menor grado, para quienes no la tienen” (pp.173-174).